Hace poco hablábamos sobre cómo enfocar el inicio del nuevo curso y qué maneras tenemos de afrontar los nuevos retos. Para ello es muy importante nuestra actitud delante de nuestros propósitos, apartando pensamientos repetitivos y abriendo nuestra mente a todo lo nuevo.
Vamos a hablar de algunas actitudes que forman parte de nuestra realidad diaria, y de cómo desactivar ciertos «vicios mentales» que entorpecen nuestra vida cotidiana.
Dispersión
Es muy importante que delante de un objetivo o tarea estemos concentrados en ellos. Si tenemos abierto Facebook, miramos los whatsapp y el correo cada 10 minutos, nuestra mente no está preparada para llevarla a cabo.
Ponernos a ello y salir de la tarea es más cansado que la actividad misma. Cada vez que la dejamos de lado para hacer otra cosa, volver a ella requiere un esfuerzo extra que nos va restando energía, desmotiva y nos lleva al abandono.
La solución es centrarnos en una sola tarea, dejando las otras de lado. Si lo haces, verás como el tiempo te cunde más, realizas más actividades a lo largo del día y te sentirás más satisfecha.
Pesimismo
Adelantarnos y pensar en negativo te roba energía. Además, si visualizas ese pensamiento, de manera inconsciente estás trabajando para que eso suceda. Para ello, es necesario centrarnos en las soluciones a nuestros problemas e intentar desactivar de nuestra mente el problema en si.
Otra recomendación es ser agradecido y mantener una actitud tranquila y comprensiva con los que nos rodean. Tenemos que intentar no analizar tanto lo que sucede y centrarnos en vivir el momento y, cuando las cosas se tuercen, pensar en soluciones constructivas. De esta manera aprenderemos a ser más positivos.
Ansiedad y estrés
El estrés es la respuesta emocional y fisiológica a las situaciones de exigencia que nos encontramos en la vida cotidiana. Sería como un estado de alerta que nos proporcionaría nuestro cuerpo delante de situaciones que requieren mayor concentración.
Delante de determinados peligros, es importante tener esta respuesta automática, pero delante de la mayoría de complicaciones del día a día, nos resta puntos y afecta a nuestro estado de ánimo.
Tratar de tomarte los acontecimientos con calma, relativizar las urgencias y realizar una tarea tras otra son maneras efectivas de reprogramar nuestra mente.
Miedos y preocupaciones
Lo dice la propia palabra: pre- ocupaciones. Son aquellos acontecimientos que nos impiden centrarnos en lo verdaderamente importante y nos frenan y entorpecen la vida. Además agotan nuestra energía mental y promueven un estado de ánimo negativo. A ello hemos de sumarle que son situaciones ficticias, y por lo tanto inútiles. ¿Te has dado cuenta que la mayoría de preocupaciones nunca llegan a suceder?
Para romper con ello es importante proponerte romper con esos pensamientos y dejar de sufrir por pequeñeces. Tenemos que aprender a vivir con la incertidumbre de lo que sucederá mañana, porque en la vida no hay nada programado.
Si logramos poco a poco reprogramar nuestra actitud mental, conseguiremos una vida más activa y serena; perfecta para afrontar los nuevos retos que nos ofrece el nuevo curso.