La escuela y los museos

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Los museos, tanto los privados como los públicos, tienen la misma finalidad: conservar, comunicar, exhibir todo tipo de colecciones. Los museos son esenciales para preservar el conocimiento del ser humano, sin ello sería imposible entender cómo hemos llegado al nivel tecnológico, artístico y cultural actual.

 

La relación de la enseñanza con los museos va de la mano cada vez más, aunque son dos instituciones que funcionen por separado. La organización de los encuentros, las visitas preparatorias organizadas por los museos, las propuestas didácticas enviadas a los centros han facilitado la comunicación entre museo y escuela. Algunos Departamentos de Didáctica de las Ciencias Sociales han actuado como mediadores para acercar los puntos de vista y las necesidades mutuas, como también algunos museos han organizado seminarios permanentes de educación.

 

La interacción entre museos y escuela debe ser más profunda. En estos momentos existe un cierto desencanto en el cuerpo docente motivado por múltiples factores y en los museos una falta de recursos para avanzar en mejorar las propuestas o analizar y proponer de nuevas.

 

Los museos en muchas ocasiones pueden cubrir algunas lagunas de la escuela, por eso la relación tiene que ir más de la mano, una vez se entiende esto como una oportunidad, acto seguido se tiene que aprovechar al máximo para que los alumnos puedan disfrutar de la educación a través de los museos, organizando colaboraciones u otros eventos que no sean puntuales.

 

¿Cómo puedes contribuir a conectar los alumnos con los museos?

Técnicas para la enseñanza

semaforos

Hay muchas técnicas para facilitar la compresión con tus alumnos. Una buena manera de aprender es utilizando la técnica del semáforo.

 ¡Te la explicamos a continuación!

– Este recurso resulta esencial en estos momentos dada la importancia de educar en actitudes de tolerancia, respeto, convivencia.

Rojo: Pararse. Cuando no podemos controlar una emoción (sentimos mucha rabia, queremos agredir a alguien, nos ponemos muy nerviosos…) tenemos que pararnos como cuando un coche se encuentra con la luz roja del semáforo.

Amarillo: Pensar. Después de detenerse es el momento de pensar y darse cuenta del problema que se está planteando y de lo que se está sintiendo.

Verde: Solucionarlo. Si uno se da tiempo de pensar pueden surgir alternativas o soluciones al conflicto o problema. Es la hora de elegir la mejor solución.

-Para asociar las luces del semáforo con las emociones y la conducta se puede realizar un mural con un semáforo y los siguientes pasos:

Luz Roja: ALTO, tranquilízate y piensa antes de actuar

Luz Amarilla: PIENSA soluciones o alternativas y sus consecuencias

Luz Verde: ADELANTE y pon en práctica la mejor solución

¿ Utilizas esta técnica con tus alumnos? Cuéntanos tu experiencia como maestro.