Plástica o Música son dos asignaturas a menudo infravaloradas o considerada menores frente a otras no artísticas como lengua o matemáticas. Pero varios estudios demuestran que son imprescindibles. La UNESCO ha llegado a asegurar que la educación artística puede aportar una contribución directa a la solución de problemas sociales y culturales del mundo contemporáneo. Incluso dentro del ámbito académico, hay varios estudios científicos que han demostrado que aprender mediante estrategias artísticas mejora el rendimiento en el resto de asignaturas.

Veamos algunos beneficios de la educación artística:

– Desarrolla la imaginación y la creatividad. La educación artística incentiva la experimentación y da margen para que los niños puedan usar su imaginación.

– Aumenta la motivación. Fomenta la curiosidad, desarrolla la disciplina y aumenta la capacidad de atención.

– Fortalece la autoestima. Da margen para que los niños tomen iniciativas, hagan sus propios descubrimientos y aumenten la seguridad en sí mismos.

– Mejora el ambiente escolar. Promueve el trabajo en equipo y un ambiente de colaboración entre los propios estudiantes y también con el maestro. Todo ello contribuye a desarrollar la tolerancia y la empatía.

– Desarrolla el cerebro. El estudio de música puede aumentar el coeficiente intelectual del alumno. La música es una de las prácticas que más partes del cerebro activa.

– Ayuda a aprender otras materias. Por ejemplo Matemáticas (el aprendizaje musical se basa en la duración de los sonidos, los compases, etc.), Ciencias (conocimiento del sistema respiratorio, del aparato vocal…), Geografía (a través de los estilos y tradiciones musicales o a través de los estilos pictóricos de cada época), etc.