20 de junio de 2017

5 tipos de encargados de clase

Dar ciertas responsabilidades a los niños puede ser muy positivo. Darles cargos y que ellos entiendan que son necesarios, importantes y que tienen un papel, da a estos mucha más energía para aprender más rápido y ser más responsables.

Hace mucho tiempo que en las clases infantiles se da el papel de encargado a un niño tras otro (suele ser rotativo, para que todos pasen por ello). Su tarea puede variar según el colegio, pero generalmente se repiten las mismas, por ejemplo repartir material,  escribir la fecha del día en la pizarra, pasar lista, borrar la pizarra…

Es una forma de que el alumno asuma la responsabilidad de las tareas que se le encargan al mismo tiempo que ayuda al profesor. A la mayoría de los niños de Educación Infantil y Primaria les gusta asumir estas funciones, ya que pasan horas sentados en clase escuchando, con ganas de que se les mande repartir la siguiente ficha o ir a buscar cualquier objeto a otra clase para así levantarse unos minutos del sitio. Este es el modelo de encargado clásico, pero podemos tener muchos más en una misma clase, de manera que repartiremos las responsabilidades entre más niños al mismo tiempo. Por ejemplo:

1) El encargado del silencio. Un alumno que pida silencio cuando algún compañero hable cuando no debe.
2) El encargado de las sillas. Un alumno que se encargue de que la clase quede ordenada.
3) El encargado de las luces. Un alumno que se ocupe de apagar las luces al final de la clase o encenderlas si es necesario.
4) El encargado de la decoración. Un alumno que se encargue de pensar ideas para decorar la clase.
5) El encargado del material común. A veces el colegio pone a disposición de los alumnos algunos materiales como lápices, diccionarios, juegos, etc. Son bienes de toda la clase y alguien debe velar por su mantenimiento y orden. Una tarea que bien podemos asignar a uno de los alumnos.

Estos son solo algunos ejemplos. Pero seguro que pensando en las necesidades de nuestra clase encontraremos varias tareas que podemos asignar a diferentes encargados. Dar estas pequeñas responsabilidades a los niños es una oportunidad genial para que la clase sea más dinámica, se impliquen más y estén más atentos. Además puede ayudar a corregir en positivo algunas conductas. Por ejemplo, el encargado de las sillas procurará dejar la suya bien puesta aun cuando no sea encargado, ya que tomará conciencia de lo que significa ese pequeño gesto.

¿Aplicáis estos roles en vuestra clase? ¿Habéis notado sus beneficios?

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